Foto: Erik Coyotl
Texto: Carlos Marquez Apud
Desde 2019 familiares de personas desaparecidas con sus testimonios de búsqueda acompañaron a la Ibero Puebla y su Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría a elaborar un Informe Sobre la Situación de la Desaparición de Personas en Puebla, que refleja las actuaciones de la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, así como de la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Estado de Puebla. El informe fue presentado en la universidad el día 23 de febrero del 2022, con el objetivo de mejorar procesos de búsqueda, de acceso a la justicia, y de reparación de daños.
Además de la investigación académica, el informe se construyó con relatos de familiares, uno de ellos fue el de Maria Luisa Núñez, principal fundadora del colectivo “Voz de los desaparecidos en Puebla”.
“El colectivo nace con la desaparición de Juan de Dios Núñez Barojas hace cinco años”.
María Luisa Núñez.
Ante la desesperación y la impotencia de encontrarse en una situación donde no tienes respuestas por parte del gobierno dedicó parte de este lustro a una búsqueda sin descanso al paradero de su hijo, narró Nuñez. Ella aseguraba que Juan de Dios no había tomado la decisión de irse, sino que fue obligado a hacerlo.
Desgraciadamente después de casi cinco años, los restos de Juan de Dios, junto al de sus amigos Abraham y Vicente Basurto Linares con quienes desapareció, fueron entregados a sus familiares el 18 de febrero del 2022.
Sus restos fueron encontrados meses atrás, gracias a las investigaciones de las mamás de los tres jóvenes, pero el proceso de identificación fue largo y complejo debido a la falta de personal en la Fiscalía y en el Servicio Médico Forense, a la exagerada burocracia y a la falta de voluntad política para invertir en agilizar los procesos de identificación de personas, se lee en el reportaje especial “Juan de Dios regresa a casa | Cuando los desaparecidos dejaron de ser invisibles en Puebla”, publicado por la periodista poblana Aranzazú Ayala en el portal A dónde van los desaparecidos.
A través de testimonios recogidos por familiares de personas desaparecidas en Puebla, el informe señala que las instituciones especializadas en Puebla actúan bajo “estrategias de burocratización del dolor” con el aplazamiento de acciones, simulación de actuaciones con falta de resultados a pesar de registrar grandes expedientes, y de sustitución cuando indirectamente las instituciones orillan a los familiares hacer el trabajo institucional de investigación, e incluso administrativo cuando el Ministerio Público (MP) pide llevar los oficios a otras instituciones y hasta dentro de la misma fiscalía.
Al formar el colectivo “Voz de los desaparecidos en Puebla” María Luisa Núñez logró evidenciar la problemática de desapariciones forzadas que existe en el Estado de Puebla y ha logrado visibilizar y concientizar la compleja situación que implica la desaparición de un ser querido. Este proceso está repleto de enseñanzas y procesos emocionales que conllevan a las familias y el sentimiento comunitario de la pronta aparición de respuestas.
Entre otras propuestas dentro del informe subrayaron dos recomendaciones como, fortalecer las capacidades técnicas de las instituciones, además de la humanización de los procedimientos con enfoque de género, haciendo énfasis en des formalizar el protocolo homologado.
Además de poner a las víctimas y sus familiares en el centro de las políticas públicas y programas relacionados con la búsqueda de personas y la investigación de la desaparición, que garanticen el derecho de las víctimas indirectas a participar en todos los procesos y etapas de investigación y búsqueda.
El informe puntualiza que Puebla ocupa el 8vo lugar entre los Estados con mayor cantidad de víctimas de desaparición, dado que de las 220,280 personas desaparecidas que señala el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, 2,882 personas pertenecen al Estado de Puebla.
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