Con ayuda de UDAIM Doña Trinidad, logró detener las agresiones que vivía desde hace años

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Casa de justicia Cholula
Casa de justicia

Texto y entrevista: Zazil Dorado

Evarista Trinidad Tobón Rodríguez, Doña Triny, como la conocen sus amistades y vecinos, es originaria de Tepanco de López, de la comunidad José María Pino Suárez, tiene 62 años y vive en la colonia Concepción la Cruz en San Andrés Cholula, Puebla desde hace varios años.

 

Hace más de 27 años J. Angel y Doña Triny se casaron, el problema fue que para ella esto se convirtió en una situación muy dificil: “desgraciadamente me enamoré de la persona equivocada y mientras estuve enamorada acepté muchas cosas, siempre estuve sujeta a él, a lo que decía a lo que imponía porque mi palabra nunca valía”, y es que durante el tiempo que vivieron juntos hubo malos tratos, golpes e infidelidades. 

 

El 2 de enero de 2015 la circunstancias cambiaron, ya que su esposo abandonó la casa en donde vivían con sus dos hijos, pero en todos estos años mantuvo su presencia pues regresaba para disponer del espacio familiar y exigir obediencia, argumentando que era su casa y las cosas eran suyas; ante esta actitud Doña Triny le permitía entrar para evitar enojos y consecuencias más graves.

 

El lunes 24 de enero de 2022 J. Angel irrumpió nuevamente, aproximadamente como a las 6 de la tarde, no sin antes quitar una lona colocada en la parte de afuera, en donde se promovía el voto para Doña Triny, ya que había participado en el reciente plebiscito de inspectoría para el periodo 2022-2025. El pretexto de esta entrada fue disponer de varios espacios en la casa pues dijo, iba a llegar a ocuparlos, ante esta actitud violenta ni ella ni su hijo, quien también estaba presente, se negaron. Hubo una serie de gritos e insultos por parte de él pero ella, a pesar del miedo, decidió no agachar la mirada.

 

A pesar del miedo «me voy a defender»

Después de esta situación, doña Triny intentó evitar una situación de mayor violencia acudiendo a la Casa de Justicia en Cholula el lunes 28 de febrero en donde permaneció de 9:00 a 3:30 pm, al atenderla el agente del MP le pidió varios requisitos, además le dijo que no podía atenderla como una urgencia a menos que fuera golpeada y le extendió una cita para el miércoles 2 de marzo a las 9:30 de la mañana. Ella acudió puntual a la cita con todos los papeles que le había pedido pero, cuando le estaba explicando nuevamente la situación, el licenciado interrumpió la cita argumentando que “tenía algo urgente que hacer”, por lo que ella le pidió un documento que avalara su asistencia y una justificación de por qué no la seguía atendiendo, la respuesta fue que regresara la siguiente semana.

 

Es así como el viernes 4 de marzo aproximadamente a las 7 de la noche volvió J. Angel a la casa y entró, al parecer con ayuda de su hijo, Doña Triny se dio cuenta de esta situación, puso bajo llave su recamara con su perrito dentro, ya que se disponía a salir a un rosario, llevó consigo las llaves de su cuarto y el coche. Al encontrarse en las escaleras se saludaron, momentos después él le dijo “de una vez te aviso que cuando regreses tu perro ya no va a estar”, entonces ella le respondió que “no tenía ningún derecho ya que él no los mantenía”.

 

Su respuesta fue: “quieres  bailar con el diablo pues vamos, a ver quién se cansa”, ella se dirigió al coche y le dijo “si tu sacas a mis perros, llamo a la policía, porque son mis perros y tú no los mantienes”, enseguida sacó el teléfono pero él se  acercó y se lo quitó junto con las llaves del coche, ella lo siguió y le exigió la devolución de sus pertenencias, él se volteó la tomó de las manos e intentó abofetearla, al no conseguirlo terminó lanzándola al piso, inmediatamente J. Angel se metió a la casa y se encerró en uno de los cuartos.

 

Doña Triny se levantó con mucho miedo, tomó las llaves de la puerta del zaguán y salió a la calle pensando en pedir ayuda a alguno de sus vecinos ya que no contaba con su teléfono y no quería entrar a la casa por lo que pudiera pasar con él dentro. Se sentó en la banqueta, pasó mucho tiempo en lo que reflexionaba qué hacer, entonces decidió que no se iba a mover y se iba a defender.

 

Afortunadamente al pasar una de sus vecinas le pidió ayuda, entonces llamaron a la patrulla. Posteriormente la vecina llamó a otras más para poder auxiliarla ya que estaba muy alterada por lo sucedido, al llegar la policía municipal preguntaron sobre la situación, posteriormente una de las vecinas contactó a la UDAIM Unidad de Atención Inmediata a las Mujeres en el estado, quienes al llegar le dijeron que no se preocupara, pues él ya no podía hacerle nada.  En ese momento además de la policía, ya estaba presente el juez y el inspector de la colonia,

 

Después de la primera atención doña Triny autorizó la entrada a la casa, los policías le pidieron al J.Angel que bajara y se sentara en la sala, él en todo momento dijo que no entendía porque intervenía la policía si sólo era un problema familiar y el era su esposo, al fin al cabo “quién no ha tenido un problema familiar”, también dijo que no la había golpeado “¿a poco la ve sangrando?”, incluso dijo que él no tenía sus cosas, para ese momento ya las había dejado en la cocina.

 

Como resultado de la aplicación del protocolo se levantó un acta de hechos y se emitió una orden de restricción en donde se estipularon 60 días en los que él no puede acercarse a menos de 200 metros de distancia; una vez terminada el acta de hechos y haberla leído ante todos los presentes escoltaron a J. Angel a la salida; a ella la acompañaron a la fiscalía de atención a la violencia contra la mujer para hacer la correspondiente denuncia. Ahí también le sugirieron que entablara la demanda de divorcio para evitar otro tipo de  situaciones; todo este proceso terminó a las 5:00 de la mañana del día 5 de marzo. Aún está pendiente la resolución del caso contra J. Angel.

 

El acceso a la justicia para las mujeres en Puebla. Derecho a una vida digna

Actualmente hay información, lecturas, talleres y herramientas para entender cómo funciona la violencia hacia las mujeres, pero al parecer no es suficiente con entender qué es la violencia, cuáles son sus causas y consecuencias. También es importante contar con un marco legal: leyes, normas y protocolos. Además hay formas históricas y culturales arraigadas, también están los medios que reproducen ideas acerca de lo que es el amor: cine, telenovelas, videojuegos y en general las narrativas misóginas de la industria del entretenimiento.

 

El caso de doña Triny es uno de los muchos que viven las mujeres en el estado y en el país, afortunadamente debido a su determinación, no llegó a mayores consecuencias, aún con la desatención del personal de la Casa de Justicia en Cholula, lo cual nos deja ver las enormes carencias en las que nos encontramos con respecto al acceso a la justicia para las mujeres.

 

De acuerdo con la CEDAW, (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer) instrumento que reconoce las condiciones de desigualdad estructural en las que vivimos las mujeres, se deben establecer parámetros de políticas públicas para combatirlas.

 

Esta Convención obliga a los países que la han ratificado a incorporar la perspectiva de género en todas sus instituciones, políticas y acciones con el fin de garantizar la igualdad de trato, esto quiere decir, que no exista discriminación directa ni indirecta de la mujer, así como promover la igualdad sustantiva o la igualdad de resultados, cosa que claramente no se cumplió en la casa de Justicia de Cholula pero se pudo remediar en la UDAIM.

 

Para doña Triny no fue fácil la separación, empezó a tomar terapia, a valorarse y en este momento siente enojo por no haber hablado antes ya que tenía mucho miedo, pero está decidida a seguir a pesar del miedo. Al mencionar sus anhelos de juventud comenta que terminar su profesión, trabajar, poder viajar, comprarse todo lo que se le antojara, pero también se quería enamorar del hombre perfecto, casarse y  formar una familia.

-“yo soy muy creyente y ese era mi proyecto pero creo que no era el de Dios para mí”.

 

En este momento su objetivo es que se haga justicia por la agresión recibida el 4 de marzo pasado,  que J. Angel sepa que no puede actuar impunemente y no podrá seguir agrediéndola; pero también difundir su caso para que ya no nos dejemos, y si otras mujeres están pasando por esta situación sepan que hay instancias a dónde acudir y personas que apoyan; sabe que no es fácil porque hay una serie de requisitos, es necesario dedicar tiempo, y “si eres una mamá que trabaja, como muchas lo hacen, se complica aún más, pero ya no hay que aguantarse”.

Para concluir invita a las instituciones que dicen estar atendiendo a las mujeres para que hagan más por ellas porque se necesitan recursos, tiempo y sobre todo capacitación o preparación para las personas que atienden a las mujeres, ya que a veces parece que no quieren que los casos tengan seguimiento.

 

Si necesitas ayuda o quieres proporcionarla a alguien más, puedes dar click en la imagen

El numero de TELMUJER es el 22 26 61 02 31, puede ser por whatsapp o por llamada, dando atención a:

– Mujeres en situación de violencia que requieran de los servicios de orientación psicológica y/o asesoría jurídica, o que se encuentren en riesgo al momento del contacto.

– Público en general que se comunique con el objetivo de reportar incidentes de situaciones de violencia contra mujeres y niñas

Sus objetivos son: Proporcionar atención jurídica y/o psicológica vía telefónica de primer contacto a mujeres en situación de violencia, en colaboración con corporaciones de servicios de emergencia como el C5, de forma especializada, inmediata, confidencial y gratuita, con enfoque de perspectiva de género y derechos humanos, a fin de promover su empoderamiento y el ejercicio de su derecho fundamental a vivir una vida libre de violencia.

 

Radialista y feminista con pasión por las letras. Interesada en proyectos ciudadanos y comunitarios.


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Zazil Dorado Luna

Radialista y feminista con pasión por las letras. Interesada en proyectos ciudadanos y comunitarios.