Xochipitzahuac, más allá de una boda indígena

Comparte

Xochipitzahuac; fiesta de los pueblos indios, que en la actualidad se celebra en el “Cerrito” Acahualtepetzin, alcanzado en este 2015 su 11va edición.

Desde las 9 horas, este once de octubre habrá otras ceremonias y danzas originarias de distintos pueblos de origen náhuatl. Además, podrán saborear cada platillo originario de la comunidad y región, ver artesanías y una variable exposición fotográfica de la autoría de Raúl Chiquito, que muestra gran parte de las historias orales que han marcado la cosmovisión indígena de los pueblos, particularmente de Tlaxcalancingo.

 

 

El Xochipitzazhuac nace como parte de la exposición de la feria del nopal. No se recuerda el año exacto en que se realizó, pero fue un 12 de Octubre. Raúl Felipe Chiquito y Chiquito -antropólogo de la comunidad- relata que “esa primera edición fue una exposición en el zócalo de la ciudad de Puebla con el único objetivo de evitar que el gobierno expropiara los terrenos (donde hoy ya existen edificios) mostrando que las tierras son de cultivo y se cosechan productos agrícolas”.

 

Al año siguiente, esa misma exposición de productos agrícolas ya se realizó en la plaza principal de Tlaxcalancingo, se mantuvo allí durante cuatro o cinco años. Después, por el incremento de asistentes, la feria del nopal cambió de fecha y lugar; pasando de octubre a mayo (después de la fiesta patronal de San Bernardino) celebrándose ahora en el campo deportivo ubicado frente a la parroquia. Con este crecimiento, la feria del nopal dejó el aspecto cultural, espacio que muchos asistentes buscaban. 

 

Así nace en 2004 el grupo que impulsaría el ya tradicional Xochipitzahuac; fiesta de los pueblos indios, que en la actualidad se celebra en el “Cerrito” Acahualtepetzin, alcanzado en este 2015 su 11va edición.

 

Desde las 9 horas, este once de octubre habrá otras ceremonias y danzas originarias de distintos pueblos de origen náhuatl. Además, podrán saborear cada platillo originario de la comunidad y región, ver artesanías y una variable exposición fotográfica de la autoría de Raúl Chiquito, que muestra gran parte de las historias orales que han marcado la cosmovisión indígena de los pueblos, particularmente de Tlaxcalancingo.

 

Xochipitzahuac 2015

 

 

 

Octubre, mes de la resistencia indígena

 

Tlaxcalancingo está en una situación muy particular porque estamos “pegaditos” a la ciudad.

 

El Xochipitzahuac desde 2004 se realiza en domingo, un día cercano al 12 de octubre, no para conmemorar la intromisión cultural de occidente hacia América, sino la resistencia de los pueblos indígenas. Siendo ésta una forma de decir ¡aquí estamos! mostrando toda la riqueza cultural de Tlaxcalancingo y pueblos cercanos.

 

Para Raúl Chiquito es complejo cuando se le pregunta sobre la finalidad de seguir organizando el Xochipitzahuac, él responde que “el objetivo es simple. Una muestra de resistencia es mostrar lo que realmente eres debajo de lo que no se ve. La perspectiva de la gente de ciudad es que los pueblos indígenas viven en la ignorancia, la pobreza y la marginación. No logran ver la riqueza que está dentro de las comunidades (..), toda esa forma de ver la realidad, de ver el mundo de manera muy peculiar, sobre todo sentirse parte de la tierra, de verla como venerable, y ver a las otras personas de la misma manera. Y todo esto acompañado de rituales, danzas y celebraciones”.

 

Mujeres con su vestimenta originaria

 

Quienes viven en un pueblo indígena están llenos de actividades, no alcanza el tiempo para cumplir todas tus metas de vida, porque los hábitos y costumbres llevan toda tu existencia, pero eso no lo capta toda la gente. Para la gente de la ciudad un pueblo indígena va a progresar cuando uno se incorpore a su forma de vida. El Xochipitzahuac es la riqueza cultural manifestada en cantos, rituales, vestimenta y gastronomía. 

 

El Xochipitzahuac va más allá de una danza representada en una boda indígena.

 

Xochipitzahuac es un concepto, no una danza. Es una forma de nombrar la fiesta. Xochitl nombra lo bello; pitzahuac nombra lo efímero.

 

Es un concepto para nombrar todas las fiestas, sobre todo las bodas en muchas partes donde el náhuatl prevaleció y se habló. “Así le nombramos; mi xochipitzahuac = mi fiesta, acompañada de la música propia de cada región, pero no solo eso, también se acompaña con comida de la comunidad,  danza, bebida, artesanías. Es una forma de vida en comunidad.

 

En Tlaxcalancingo se baila el Xochipitzahuac con son tlaxcalteco, y este mismo se baila en toda la región Cholulteca, con diversos elementos.

 

El Xochipitzahuac de Tlaxcalancingo reúne rituales muy antiguos que le dan significado, por ejemplo las coronas de flores que son para embellecer y mostrar alegría saludándonos con elementos de la naturaleza; las cuatro fogatas en las cuatro esquinas son de herencia prehispánica, significando los cuatro rumbos del universo que deben estar alumbrando y protegiendo a la pareja que se esta conformado, así como la fogata que se danza en el centro que es la deidad que da luz y calor; las escobas barren los malos aires, influencias o malas vibras como actualmente se le dice; los gallos son para asegurar los alimentos; el guajolote (huexolotl) que se danza, tanto vivo como muerto juega el papel de custodio o protector de la pareja y de los humanos, representando a Quetzalcoatl (quien baja al inflamando a recoger los huesos de la primera generación de humanos y los saca a la tierra, que les da el soplo de vida y genera la primera pareja de la última generación).

 

 

 

Tlaxcalancingo es un pueblo de raíces indígenas, pero ha adoptado parte de la cultura citadina ¿por qué se empeñan en seguir celebrando la fiesta de los pueblos indios?

 

Todas las comunidades tienen su riqueza cultural, pero los habitantes de cada comunidad ven su cultura como algo cotidiano, que van mirando como poco a poco va siendo absorbido, sin que nadie proteste. Este es un fenómeno provocado por el pensamiento citadino. La gente desdeña lo suyo, y todos van sobre esa dinámica. Incluso muchos ya no se sienten pertenecientes a una comunidad indígena, al contrario, se sienten agredidos al expresar nuestra identidad.

 

Lo que buscan los organizadores de esta fiesta es que se deje de mirar el Xochipitzahuac, o lo indígena como un espectáculo, donde llegan los espectadores a sentarse y ver desfilar a los danzantes indígenas. Incluso, las danzas que llegaron de Europa, y que ahora ya son propias de los indígenas tienen un sentido de existencia, y no un interés de querer únicamente ser observados, porque aún se conserva la visión prehispánica donde “la danza sirve para comunicarse con las deidades” explica el antropólogo.

 

Niños participando de su cultura

 

Siguiendo con la charla, agrega que “todos los pueblos antiguos tienen esa visión de vivir en comunidad, donde todos y todas son parte de, y no están solos o solas, porque estamos atados por lazos de todo tipo, adquiriendo compromisos con la comunidad casi desde que se nace; como la ayuda mutua del uno al otro, sintiendo a los demás miembros de la comunidad como parte tuya, y si sufren habrá de ver la manera de cómo ayudarlos. Esta es una forma de sobrevivencia que se heredó muchos años atrás en todas las comunidades del mundo, vida que se pierde en las ciudades.

 

El mundo y las relaciones sociales entre la indianidad y la ciudad a partir de la década de los 80´s han cambiando velozmente, al menos en la región Cholulteca y Tlaxcalancingo, sobre todo en el estudio de la grandeza del pasado indígena y su lengua, que según Raúl Felipe Chiquito y Chiquito asegura haber vivido todo este movimiento o “boom” donde mucha gente vuelca la mirada hacia la belleza y profundidad de los pueblos antes desconocidos, sobre todo los extranjeros que empiezan a escribir libros de nuestra cultura.

 

Este fenómeno es muy complejo para el antropólogo Raúl. Él da clases de náhuatl y expone que la mayoría de sus alumnos son de la ciudad, que valoran la lengua haciéndola suya, aun cuando de sangre no lo sea, y los oriundos de la comunidad quisieran estar en la ciudad imitando su forma de vida aunque no se puedan separar de sus mayordomías y formas de vida local.

 

Por tanto, menciona que la conquista se esta dando hasta nuestro días, siendo hoy una conquista dual biunívoca (de acá para allá, y de allá para acá) porque nos están conquistando, pero también los estamos conquistando. 

 

A esta resistencia indígena se suma la radio comunitaria-regional que podrán escuchar en el 106.1 FM y www.fmcholollan.org.mx

 

 

Vuélvete amigo de la radio comunitaria

 

 

 

 

 

 

Aprendiz autodidacta de herramientas periodísticas.

"La historia es nuestra, y la hacen los pueblos" -Salvador Allende.


Comparte
Publicidad

Erik Coyotl

Aprendiz autodidacta de herramientas periodísticas. "La historia es nuestra, y la hacen los pueblos" -Salvador Allende.