Reflexiones pandémicas I: ¿La supervivencia del más fuerte?

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Empacador

Foto de Milenio Diario. Archivo

 

Mucho se especula sobre el origen del CoronaVirus y las teorías conspirativas de su aparición, ya sea que E.U. lo fabricó en contra de China y Europa o que China lo hizo para el resto del mundo, o que fue generada por haberse comido un murciélago, etc. Casi ninguna versión es comprobable y descartable en este mundo loco y su loca realidad.

Lo cierto es que el CoronaVirus existe y afecta a las personas más vulnerables de la humanidad, afecta a los enfermos por diabetes, hipertensión, problemas respiratorios, de bajas defensas y a nuestros abuel@s, los más queridos y sabios de nuestros pueblos y los que, desgraciadamente, para el gran capital y su cultura capitalista, son los más desechables, ya lo dijo Christine Lagarde en 2016, Directora del Fondo Monetario Internacional: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía. Tenemos que hacer algo ya”, así como el Vice Gobernador de Texas, Dan Patrik, quien recientemente insto a los abuelos “a sacrificarse” para salvar la economía.

Para quien no le parezca tan descabellado las declaraciones del Vice Gobernador de Texas, sacrificarse en nombre del país y la economía, solo podría decir que muchos de quienes nos gobiernan, enseñan o son expertos en impartir justicia, proporcionar salud y buenos concejos, son la gente más adulta de nuestro país y nuestro mundo, como dijera León Portilla, “cada vez que muere un anciano, es como si se quemara una biblioteca entera”, además del amor que le tenemos a nuestros seres queridos, lo cual es, lo más importante.

Este tipo de pensamientos, racista y deshumanizado, contrario al pensamiento de los pueblos, forma parte de la ideología capitalista, ya no de extrema derecha, sino de extremo capitalismo, como el que gobierna primordialmente en todo el mundo. Lo cierto es que para el capitalismo los ancianos, los enfermos y las personas débiles de salud representan una gran pérdida de ganancias porque, básicamente, se les aporta más dinero que el que retribuyen a la economía, son una carga económica.

Fuera de teorías conspiracionistas, curiosa y lamentablemente, los hechos son que: 1. Este es un virus de muy fácil contagio, 2. Que a la mayoría de la población no le causará mayor afectación que una enfermedad mediana, pero, 3. Para las personas mas vulnerables del mundo, puede ser letal.

Es decir que, si lo viéramos en términos de armas biológicas económicas, es un arma muy eficiente, que asesina a quienes no son económicamente tan productivos y mantiene con vida, a quienes si lo son.

 

CoronaVirus, la controversia y puntos específicos que atender

El CoronaVirus en México, se ha vuelto un tema de creencia y no de ciencia, ni natural, ni social, aunque abundan las opiniones que, desde puntos de vista y lógicas sociales y naturales se habla del problema, pero pocos hacen algo efectivo para enfrentarlo.

Lejos de pensar a nivel sociedad y gobierno en proteger a las personas más vulnerables y correr lo antes posible esta peste de nuestras sociedades, estamos más ocupados en las declaraciones, en las conspiraciones, en los reproches de clase, en que todo es un complot para afectar al cabecita de algodón, la discusión de la economía o la vida, el hambre o la salud, etc.

La gran mayoría de las publicaciones en redes sociales, son de crítica y no de acción. ¿Pero como actuar ante esta pandemia? Lo primero sería empezar preguntándonoslo, más allá de “seguir la indicación de las autoridades”, pues más de una vez, nuestras autoridades se equivocan, no toman conciencia de la realidad o están preocupadas por otros intereses que no son los de la población. Pero sobre todo también, como principio de libertad y autonomía, es preciso que nosotros nos preguntemos y respondamos, como, como comunidad, podemos superar la crisis. Con esto no digo que desoigamos las indicaciones de las autoridades, sino que tratemos de ver y actuar más allá, ahí, donde esta nuestra realidad. Tomar en cuenta que debemos proteger a las personas más vulnerables de salud que se encuentran a nuestro alrededor, apoyándolos en su trabajo y su economía.

Se dice fácil pensar en que solo afecta a los que tienen diabetes o hipertensión o enfermedades respiratorias o son adultos mayores, pero ¿Cuántos en México tienen diabetes, hipertensión, son adultos mayores o padecen de enfermedades respiratorias?

De acuerdo con estadísticas del INEGI, en 2017 murieron 106 mil 525 mexicanos debido a la diabetes, cifra que se encuentra por debajo de las enfermedades cardiacas. En México se estima que 12 millones de personas se encuentran enfermas de diabetes, siendo tan solo por esta causa de enfermedad que se agrava con el CoronaVirus, un potencial de población vulnerable muy alto. Pero también focalizado.

Es decir que las políticas de gobierno sobre esta contingencia deben también centrarse en atender puntos específicos en materia de salud, como el monitoreo y apoyo a los grupos de población más vulnerable.

Implementar políticas de gobierno para alargar la pandemia y no se desborden  los servicios de salud y la economía, como lo está planteando López Gatell, ​subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ¿Qué tanto no afecta la economía o alarga más la parálisis económica? Pero sobre todo ¿Qué tanto puede incrementar el riesgo de contagio letal a estos grupos vulnerables? Mis padres, mis abuelos, por más tiempo tendrán que estar expuestos a un contagio, con mayor confinamiento o con mayor riesgo si es que tienen que salir a trabajar, o estudiar en el caso de las personas con bajas defensas. Y también cabe preguntarse ¿Puede un virus, una pandemia, ser calculada y controlada su evolución en la población? Dirán que la ciencia esta muy avanzada, pero el comportamiento humano, hasta donde yo me quede, aun no se ha podido predecir con exactitud, y ello es peligroso, jugar a los dados con Dios, con la vida.

La razón de no desbordar los centros de salud que menciona Gatell es, también, un error administrativo de este gobierno, pues, como funcionario de salud, está privilegiando más el trabajo en medidas políticas de confinamiento, que en la debida atención del sistema de salud. Como se demuestra con las múltiples protestas que existen en México por parte de los trabajadores de salud que denuncian, no han sido capacitados, ni tienen el debido material clínico de protección. Ese es un tema específico que al gobierno se le ha olvidado atender de manera urgente, distrayéndose la atención en el reconocimiento que la OMS le hace al gobierno mexicano sobre las políticas de confinamiento. Siendo el sistema de salud, el mismo que antes de la pandemia: deplorable. Lo cual se debe atender de manera urgente, pues se proyectan casos por CoronaVirus en miles para México en los próximos meses, la administración pública tiene el reto de incrementar la eficiencia de su sistema de salud en esta contingencia u optar por no mostrar toda la verdad y distraer la atención en otros temas, práctica cotidiana en la política mexicana, de la cual la población, ya está harta y cada vez es más difícil de mantener el engaño.

Como siempre, las personas más vulnerables, son las que sufren las mayores consecuencias, pero eso no debe ser normalizado, sino que debemos accionar más para equilibrar la balanza de protección de nuestros círculos sociales y exigir al gobierno las demandas específicas que la población necesita, pues por ello esta instituido el Estado, para generar un equilibrio en la población y proteger al más vulnerable, eso de la supervivencia del más fuerte, en teoría, se acabo con la Edad Media, justo cuando se creo el Estado-nación que se erigió para garantizar la igualdad entre las personas y su protección universal, sin distinción de clase, edad, sexo, etc .

En este sentido la primera tesis de reflexión pandémica que hago es, tal vez, muy obvia, pero, tal vez, no muy atendida: El CoronaVirus afecta letalmente a grupos de salud mas vulnerables, entonces, se deben tomar acciones para proteger a estos grupos vulnerables.

Como sociedad, debemos trascender de la crítica y descubrimiento de la teoría conspiratoria, a la observación de nuestra realidad personal, familiar y comunitaria, ver como podemos organizarnos y transformarla colectivamente, retomando nuestra capacidad como pueblos de auto organizarnos frente a una crisis que se anuncia a gritos, tanto de salud, como económica, social y política, en términos esta última, de poder, protección y restricción de derechos y, administración pública.

El gobierno de México, a mi parecer, está tomando un discurso y acciones contradictorias, como por ejemplo, decretar el cierre de instituciones públicas y negocios para evitar la propagación de la pandemia, pero también declarando el Presidente a la población que salga a la calle a comprar y consumir. Pero eso es materia de otra reflexión pandémica.

Abogado defensor de derechos indígenas frente a megaproyectos,
y por la autodeterminación de los pueblos.


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