Para Juan Carlos Flores Solís la libertad debe ser colectiva
Juan Carlos Flores Solís fue detenido y encarcelado el 07 de Abril de 2014 saliendo de las oficinas de Derechos Humanos del estado de Puebla después de ir a interponer una queja a favor de la reciente detención (6 de Abril) de la ex-comisariada ejidal Enedina Rosas Vélez, detenida por no firmar el paso del Gasoducto sobre su comunidad San Felipe Xonacayucan, Atlixco.
Juan Carlos pasó 10 meses privado de su libertad donde se dedicó a estudiar derecho. Salió de la prisión el 23 de enero de 2015.
Mientras en Puebla continúa la “pesquisa” de organizadores comunitarios, mismos que los medios masivos de comunicación llaman “opositores” del régimen de Moreno Valle Rosas, gobernador del Estado de Puebla, para Flores Solís ser nominado al Premio Internacional en Derechos Humanos por parte de Front Line Defenders es un avance, porque visualiza que otros países consideran a Puebla como un estado de violencia y riesgo para los defensores de derechos humanos, al igual que México. El defensor de derechos humanos menciona que si bien, este premio no reconoce directamente el trabajo de tantos presos políticos del estado, es una forma en que “se demuestra que Moreno Valle no tiene la razón” cuando criminaliza y expone ante sus medios aliados la figura de “delincuente” a todo personaje que no calla los desmanes y abusos de autoridad del gobernador Rafael Moreno Valle.
Entre los 5 finalistas nominados de Front Line Defenders al Premio Internacional en Derechos Humanos, se encuentran: Diane Marie Rodríguez Zambrano de Ecuador, activista de derechos LGBTI; Guo Feixiong de China, encarcelado y torturado brutalmente por cuestionar la corrupción a través de la defensa de los defensores/as de derechos humanos, grupos minoritarios y pequeños campesinos cuyas tierras habían sido confiscadas; Rasul Jafarov de Azerbaijan del continente Asiático, siendo este uno de los más destacados DDH de Azerbaiyán y; Yara Sallam de Egipto, abogada de derechos humanos, arrestada junto a otros manifestantes durante una movilización pacífica contra la controvertida “Ley Protesta”. De todos estos cinco, tres aún están en la cárcel, y este 2015 apenas les dictaron sus sentencias.
Sin embargo, “me parece que más que premios a defensores de derechos humanos debería haber extrañamientos a formas de gobierno por determinado número de agravios. Un extrañamiento es lo que deberíamos estar impulsando porque no se trata de uno, se trata de muchos…” mencionó el reciente nominado al premio internacional como DDH.
A Juan Carlos Flores Solís le preocupa la falta de capacitación-conocimiento de los derechos humanos, legales y jurídicos, pues hace mención que en Puebla y en el país la seguridad jurídica recae en jueces y ministerios públicos, sujetos “extorsionadores de la pobreza, siendo éstos quienes en su mayoría crean los delitos, ponen trabas en el proceso para tener a una persona más tiempo en la cárcel, seas o no perseguido político, pues esto conviene al director del cerezo, al juez, y en ocasiones hasta los abogados que carecen de ética, donde al final todos confluyen en un sistema tan podrido”.
Juan Carlos dice que en Puebla se vive un secuestro de estado y justicia, donde el estado crea una realidad distinta a la que vive el resto de la población. Esta operación del sistema pone en riesgo la organización, pues con la política de miedo “ya nadie se va a querer poner a la cabeza”.
Al respecto Solís recuerda la frase de Bertolt Brecht que dice: “Vinieron por los campesinos, pero como yo no era campesino no me preocupé; vinieron por los estudiantes, pero como yo no era estudiante no me preocupé; vinieron por los trabajadores, pero como yo no era trabajador no me preocupé; ahora vienen por mí, estoy sólo y es demasiado tarde”, con esta reflexión Juan Carlos invita a toda la gente a sumarse a las acciones organizativas y mostrar solidaridad, “pues la única forma de detener la represión es la participación colectiva y la representación rotativa, y esto requiere del compromiso de muchos”.
El antes y después de la cárcel para Juan Carlos Flores Solís
“En estos procesos te encuentras con contradicciones; hay gente que apoyas y te abandona cuando tu diste tiempo y seguridad para defender sus derechos, muchas veces antes que los tuyos, antes que tu propio progreso y tu propia vida, pero también hay otra gente que ni conoces y lucha por tu libertad. Hay gente que llega, gente que se queda y gente que deja de estar”.
Ante esto, atribuye a que el premio no se debe tanto a su trabajo, sino a la solidaridad que generó su detención.
“Yo no lo hago para que me lo agradezcan, lo hago porque es justo. De esta manera le encuentro más sentido a la vida; moviéndome y siendo libre. La libertad es algo que se gana y se combate de manera constante” mencionó el defensor de derechos humanos.
Para Solís la nominación es algo positivo, pero arguye que hay otras cosas que le están atacando: otras voces, el gobierno y amenazas de detención a otros compañeros, porque “detener a un compañero es como detener a uno mismo”.
Considera que hay muchas cosas alrededor, al final la nominación solo es la parte pública de él, pues piensa que su vida cotidiana es otra, con muchos problemas.
Él se considera una persona que aun está luchando por su libertad, ya que la libertad es muy amplia.
Sin embargo, compartió que está contento por estar afuera de la cárcel, externando que lo más fuerte de estar privado de tu libertad es restringir la posibilidad de convivir con las personas que quieres a la hora que quieres.
Para Juan Carlos Flores Solís la libertad debe ser colectiva, y dice se logrará organizándonos, venciendo el miedo, echando andar la imaginación, siendo más estratégicos y cotidianos en la lucha, acercándose a las personas en que más se confía para hacer equipo y organizarse mejor.
Descarga la entrevista completa aquí, reproduce en tu radio libre, o haz tu nota ::: No olvides citar la fuente.
Aprendiz autodidacta de herramientas periodísticas.
"La historia es nuestra, y la hacen los pueblos" -Salvador Allende.
