22 de marzo: Día del agua, día de la vida

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Texto: José Omar Moreno/ Zazil Dorado

Este 22 de marzo, como cada año, se conmemora el Día Internacional del Agua, el líquido esencial para la vida en el planeta. Para ello es importante entender el valor ambiental, social y cultural que la población del planeta le da a este bien natural  y su importancia para todos los seres vivos.

 

Fue en 1992 cuando, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro nació la propuesta para que existiera un día especialmente dedicado al líquido vital. Posteriormente, la Asamblea General de las Naciones Unidas dictaminó que el 22 de marzo sería la fecha elegida y 1993 fue el primer año de su celebración.

 

Cabe recalcar que, también en promoción de las Naciones Unidas, nos encontramos en el llamado “Decenio ‘Agua para el Desarrollo Sustentable’” que comprende de 2018-2028. Esto a raíz de las crecientes problemáticas por la escasez y dificultad de acceso al líquido en todo el mundo debido a las altas demandas.

 

Así, la Organización de las Naciones Unidas calcula que 2 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable, (representando 1 de cada 3 habitantes en el mundo) y, aún más preocupante que para 2040, se proyecta que la demanda mundial de energía aumente en más del 25% y que la de agua se incremente más del 50%.

 

A raíz de esto, los miembros de la ONU acordaron un nuevo plan llamado Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este mecanismo incluye metas globales como el crecimiento sustentable, prosperidad energética con cuidado al medio ambiente, así como la seguridad, la paz y la igualdad de género. 

 

Para que el agua sea esencial, disponible, accesible y de calidad se debe entender como un bien social y cultural más que económico. Consecuentemente, el tema de cuidar, promover, valorar y garantizar el acceso al agua trasciende los marcos locales y nacionales y se ve envuelto en compromisos internacionales.

 

La pandemia, además de cambio climático, nos hizo hablar del agua como la mejor arma para protegernos contra el covid-19 y de su importancia para hacer frente a los días duros. Un día, unos meses, en los que de verdad hemos vivido y comprendimos el valor del agua,  ademas que pudimos apreciar el trabajo que no se ve y que hay detrás de la comodidad de abrir la llave y tener el agua que necesitamos.

 

 

En San Andrés Cholula se vive una situación alarmante, pues la creciente mancha urbana y la demanda de agua potable por parte de grandes constructoras responsables de fraccionamientos de lujo en la zona han ocasionado que las comunidades sufran las consecuencias del acaparamiento y la escasez, todo esto aunado a la contaminación de los ríos, la poca recarga de los mantos acuíferos y el desabasto de los pozos tradicionales.

 

 

El 22 de marzo es un día para hacer conciencia sobre el futuro del agua, cómo cuidarla y asegurar a las futuras generaciones un panorama positivo para que las sociedades podamos vivir de manera digna, con justicia y cumplimiento de los derechos humanos. Es vital que  nos reconectemos con la realidad física, química y sociocultural de este bien y de su importancia, no solo para nosotros, sino para todos los ecosistemas y seres vivos del planeta.

 

Radialista y feminista con pasión por las letras. Interesada en proyectos ciudadanos y comunitarios.


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